En este último mes, coincidiendo con el proceso de escolarización, hemos tenido conocimiento, por los medios de comunicación, de la decisión unilateral del Gobierno andaluz de reducir el concierto educativo vigente a siete centros concertados. Las unidades elegidas a reducir son, significativamente, de Infantil de 3 años y de 1º de Primaria, por lo que en un futuro se irán perdiendo líneas enteras de unidades concertadas (con ello, dicha reducción comportará en los próximos años, cuanto menos, la pérdida de casi 100 aulas, y la destrucción probable de más de 100 puestos de trabajo). Todo ello resulta aún más sorprendente por cuanto se trata de aulas con demanda social, es decir, que anualmente son elegidas por las familias andaluzas para la escolarización de sus hijos o de sus hijas.
Esta decisión es absolutamente arbitraria, por cuanto carece
de argumentos (en este caso ni siquiera los malintencionados y precarios
motivos que le han servido de excusa para quitar el concierto a la
diferenciada). Las referencias a la existencia de vacantes en centros públicos
de la misma localidad o al descenso demográfico en general, no justifican el
cierre de esas unidades, precisamente en centros con demanda social,
beneficiando y premiando el mantenimiento de centros sin alumnado (¡por algo
será!) y sacrificando con ello la calidad educativa que supone un centro que ha
hecho bien su trabajo y por eso tiene demanda.
A mayor gravedad, tratándose de centros sostenidos con
fondos públicos con ideario, el gobierno de la Junta de Andalucía insiste en
menospreciar el derecho de
las familias andaluzas a ejercer la libertad de enseñanza en cuanto derecho a la
libre elección de modelo de educación y de formación religiosa y moral de los
hijos y de las hijas, de acuerdo a las convicciones de los padres y de las madres (art. 27. 1 y 3 de la
Constitución española).
Para mayor desprecio a las libertades de la ciudadanía andaluza, la Consejera de Educación, y otros miembros del gobierno
bipartito, se han jactado de poner de manifiesto públicamente que es un ataque
a la concertada con ideario, descubriendo el carácter sectario, intolerante y
exclusivamente ideológico de la medida. Cabe suponer que en este giro
extremista de la política educativa de la Junta de Andalucía debe haber influido las dificultades que puede tener para controlar un gobierno de coalición.
Las menciones de los miembros de los partidos políticos en el gobierno andaluz y del propio gobierno a que
"el que quiera una educación con ideario que la pague", ponen en
evidencia y desacreditan a quienes las hacen, que olvidan el marco
constitucional de libertades y omiten que
quienes queremos este modelo de
enseñanza ya lo estamos pagando con impuestos. Dinero público que el gobierno,
no se debe olvidar esto nunca, sólo gestiona.
Si todavía no lo has hecho, participa en la Campaña de Recogida de Firmas del Movimiento Ciudadano ESTAMOS DESCONCERTADOS contra el DES-CONCIERTO en la educación andaluza. Hacer click,
AQUÍ.
Por ahora nuestro colegio se ha librado de las medidas de supresión de unidades por parte de la Administración. Pero los socios de des-Gobierno de la Junta insisten en reducir progresivamente el número de unidades concertadas, por lo que siempre nos pudiera tocar. Antes de que ocurra, te invitamos a manifestarte y participar en las actividades que se organicen en pro de la libertad de elección de centros y el derecho a elegir la educación, acorde a nuestras convicciones, para nuestros hijos e hijas.